Análisis de la temporada 2018: Ferrari

Ferrari tuvo durante gran parte del 2018, el monoplaza más fuerte de la parrilla. Errores estratégicos y de sus pilotos causaron que la escudería italiana no alcanzará el título que persigue desde 2008. Todo comenzó de ensueño para la escudería italiana que cosechó dos victorias consecutivas en el arranque de la temporada.

Fueron 6 victorias en toda la temporada. Con 6 poles. 5 victorias de Vettel y la recordada victoria de Raikkonen en Austin. Una temporada marcada por la muerte de Sergio Marchionne que desencadenó una batalla de poder entre Arribavene y Binotto, que fue evidente en la clasificación del GP de Japón cuando la estrategia fallo.

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Es que a Ferrari tuvo una temporada marcada por fallos tanto estratégicos como de pilotaje. Australia y Bahréin fueron el comienzo soñado, ya que Albert Park la estrategia funcionó muy bien y a pesar de no tener una buena clasificación, gracias a esta lograron superar a Mercedes. Ferrari tenía ritmo, le faltaba mejorar en clasificación para lograr mejores posiciones de salida. Pero cuando tenía la oportunidad de lograr más ventaja en el campeonato, comenzaron a cometer errores. China marco el comienzo de dichos errores que se agravaron en el callejero de Bakú.

Entrando en la etapa europea, España mostró que Mercedes había evolucionado y estaba muy veloz. Ferrari no pudo acercarse a las flechas plateadas en todo el fin de semana. Mónaco fue una buena carrera de Ferrari, pero la estrategia le negó el triunfo a pesar de presionar a Red Bull. Demostración de poder en Canadá y la victoria que todos pensaron que era la patada en el tablero y que definitivamente le dejaba claro a Mercedes que tenían un rival fuerte después de tanto tiempo en el mundial, ganar en Silverstone era ganar en la casa de Hamilton.

No sólo fue ganar, sino ganar marcando supremacía, luego se debatirá del toque de Raikkonen con Hamilton en la primera vuelta. El ritmo de Ferrari fue el mejor del año, tal vez comparado con el de Bélgica. Haciendo olvidar al GP de Hungría, donde Hamilton había ganado con ayuda de Bottas, pero errores de Ferrari y el clima propiciaron la derrota.

El rendimiento de Ferrari en Spa fue demoledor. La lluvia es cierto que le impidió lograr la pole el sábado, pero en la salida de la carrera, Vettel paso a Hamilton con una potencia realmente espectacular. Se habló en su momento que Shell desarrollo un combustible que le daba 20% más de potencia al motor italiano.

Ferrari afrontaba la última parte del año como clara favorita. Pero llegaron las evoluciones, la caída en el rendimiento y los errores. El que más hondo calo en el estado de ánimo de los tifosis fue la derrota en Italia. Allí Ferrari erró en todo. La estrategia fue la peor y sus pilotos se auto eliminaron en el comienzo. Eso sumado al error de Vettel en Alemania donde se fue de pista cuando lideraba cómodamente la carrera, enfureció a la prensa italiana que pedían la cabeza de Vettel.

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Mucho se habló sobre la maniobra de Kimi y Vettel en la salida. Donde Kimi debió dejar espacio a Vettel, también fue rara la conversación del piloto alemán con su equipo el sábado luego de la pole de Raikkonen, lo que denotaba lo poco contento que estaba Vettel del resultado. Ferrari le había comunicado el domingo, antes de la carrera a Kimi que no iba a seguir con el equipo. En ese momento, Ferrari estaba en un volcán a punto de erupción. El mundial empezaba a estar cuesta arriba. Y ya no eran tan competitivos como al principio.

Vettel mostraba desesperación en pista, arriesgando demasiado al comienzo de las carreras. Desesperación detrás de Bottas en Hungría viendo como Hamilton se escapaba en pista. El toque con Ricciardo en Austin, donde el alemán debía ganar para mantener chances de ganar el título, dicho toque lo llevo al fondo de la parrilla.

Mercedes recuperó el ritmo y ya Ferrari tenía que pelear con otro equipo que se unía al frente de la parrilla, Red Bull. Ya Ferrari sabía interiormente que habían perdido el campeonato. Y desde aquella gran victoria en Bélgica, el equipo no repitió esa gran demostración de poder.

Las actualizaciones introducidas no dieron el resultado esperado y tal vez lo único que se le pueda reprochar es el hecho de no darse cuenta donde estaba el fallo. En materia de consistencia el auto sólo reportó 5 abandonos. Pero la falla más grande fue lo estratégico y errores de pilotos.

La temporada de Ferrari fue en comparación con la del 2017, mejor en términos de rendimiento. Tuvo el mejor auto en gran parte del año, no estuvo a la altura en estrategia y los errores de su piloto número 1 llevo al equipo a quedar segundo en el campeonato. Tiene una base sólida para trabajar pensando en 2019.

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