Fórmula 1

Análisis Toro Rosso 2017: Evolución de rendimiento negativa

Published

on

La temporada 2017 albergaba un gran cambio de reglamento, no solo se realizarían grandes modificaciones en la parte aerodinámica sino que también se aumentaba de forma considerable el tamaño de los neumáticos, lo cual haría que los tiempos por vuelta bajaran considerablemente. Todos los equipos querían aprovechar esta oportunidad ya que prácticamente deberían empezar desde cero con el desarrollo de sus monoplazas, lo que en teoría permitiría volver a reorganizar la posición de cada escudería en el campeonato.

Pero para Toro Rosso no solamente era un cambio aerodinámico o mecánico a nivel de neumáticos o dimensiones del monoplaza. La temporada no podía empezar de mejor forma para los de Faenza, su alianza con Ferrari cesaba y de esta manera podían deshacerse de la unidad de potencia desfasada de la marca italiana, un lastre que les impidió seguir mejorando la campaña anterior.

@ToroRossoSpy

Ya en pretemporada se pudo vislumbrar un avance en el monoplaza con el séptimo puesto de Carlos Sainz en los tiempos generales de los test. Es cierto que la fiabilidad no estuvo a su favor en la primera jornada, llegando incluso a ser el equipo con menos kilómetros recorridos en uno de los días, pero se pudieron recuperar de manera efectiva según iban avanzando las jornadas de test.

El debut de la temporada en Albert Park no pintaba nada mal para los de Faenza, que metían ambos coches en los puntos consiguiendo de esta manera un resultado más que decente. El motor Renault parecía que entregaba lo que prometía unido a un consistente chasis, uno de los mejores de la zona media de la tabla.

En las siguientes carreras tuvieron problemas de fiabilidad que se transformaron en abandonos repartidos a cada piloto, pero aún así se mantenían en la parte media-alta de la tabla cuando la mecánica se lo permitía.

En las dos primeras carreras de la gira europea el rendimiento del monoplaza era más que aceptable, llegando a conseguir un sexto puesto en el caso de Carlos Sainz. Cierto es que en las tres carreras siguientes, los fallos mecánicos se unieron a los fallos de conducción, propiciados por un Kvyat que, quizá por un deseo desesperado por conseguir un buen resultado unido a un exceso de confianza, hicieron que la escudería no obtuviera ningún punto. Fue en Silverstone, donde la relación entre ambos pilotos quedó deteriorada debido al doble abandono propiciado por la perdida del monoplaza por parte del piloto ruso que hizo que, tanto él como Sainz, acabaran la carrera antes de lo previsto.

@ToroRossoSpy

Llegaron circuitos de gran exigencia a nivel de potencia. En estos trazados se pudo observar el punto débil del Toro Rosso, el cual no se adaptaba bien a este tipo de circuitos, donde primaba la velocidad. En Spa, Carlos Sainz pudo salvar los muebles con un décimo puesto más que merecido, mientras que en Monza no pudieron hacer nada para acabar en la zona de puntos.

Llegaba un circuito que en teoría debería adaptarse bastante bien al monoplaza, Singapur. En este trazado se consiguió igualar el mejor resultado de la historia de Toro Rosso, después de la victoria en Monza en el año 2008, un cuarto puesto. Esta hazaña se debió al espectacular pilotaje de Carlos Sainz que dejó boquiabierto a medio paddock debido a su gran actuación, consiguiendo mantener a raya a Sergio Pérez y su Force India con neumáticos más blandos que el madrileño.

Estos serían los últimos puntos de la temporada y todo ello se debió a una carrera descabellada, con una fuerte lluvia antes del inicio de la misma (ha sido la primera carrera nocturna y con lluvia de la historia de la F1). Tiempo después se confirmó el fichaje de Carlos Sainz por Renault, convirtiéndose al fin en piloto oficial de un equipo constructor.

Fue en Suzuka donde Carlos Sainz disputó su último gran premio con Toro Rosso, el cuál terminó con un abandono debido a un fallo de conducción en la curva 6 del trazado japonés.

En ese momento, Brendon Hartley se unió a los de Faenza como sustituto del español. Un piloto experimentado en el mundial de resistencia y que contrariaba la filosofía de Toro Rosso hasta aquel entonces, ya que la escudería siempre se había caracterizado por hacer debutar a pilotos jóvenes.

f1.com

Una carrera después, Daniil Kvyat fue invitado a abandonar la primera línea del equipo, para hacer debutar al joven piloto Pierre Gasly, campeón de la GP2 series y subcampeón de la Super Formula Japonesa. Fue en ese momento donde el rendimiento del equipo fue a pique, debido a la falta de experiencia de la pareja de pilotos y a un rendimiento del monoplaza que parecía que se esfumaba cada carrera. Consecuencia de ello fue la pérdida de la sexta plaza del mundial de constructores, posición que los de Faenza se habían propuesto para finalizar de manera adecuada la caótica temporada 2017.

Como conclusión, en esta temporada se pudo ver un Toro Rosso con un rendimiento más que aceptable en circuitos de alta carga aerodinámica y baja exigencia de potencia, lo que destaca el gran trabajo que hicieron los ingenieros a nivel de chasis, pero qué, con el paso de los fines de semana, se fue desinflando poco a poco hasta situarse en los puestos de la zona media-baja de la parrilla. Ahora la pregunta es, ¿que deparará el futuro a los de Faenza?

Click to comment

Populares

Salir de la versión móvil