Carreras históricas de la F1

Así fueron los tres Grandes Premios más icónicos del Nürburgring

Desde MomentoGP recordamos tres carreras que marcaron para siempre la historia del trazado alemán: El pentacampeonato de Fangio, la tragedia del 76 y el baile bajo la lluvia de 2007.

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Gran Premio de Europa, Gran Premio de Alemania, Gran Premio de Luxemburgo, Gran Premio de Eifel… da igual cómo se llame el Gran Premio, lo importante es que el Nürburgring está de vuelta. Tras 7 años sin poder disfrutar de este icónico trazado, el trazado alemán volverá a albergar un Gran Premio esta semana. Y lo hará bajo el nombre de Gran Premio de Eifel. Hoy, desde MomentoGP, recordamos tres carreras legendarias que han tenido lugar en este circuito, las dos primeras en el mítico Nordschleife, y la última en el trazado corto.

Juan Manuel Fangio, durante el Gran Premio de Europa de 1957 – F1

1957 – EL PENTACAMPEONATO DEL MAESTRO

Los años 50 en la Fórmula 1 tienen nombre y apellido: Juan Manuel Fangio. El piloto argentino conquistó su quinto campeonato mundial en la que, según el mismo Fangio, fue la «mejor carrera de su vida». Alemania 1957 fue testigo de una de las mayores lecciones de pilotaje de la historia.

Fangio salía desde la pole, y se disputaba el campeonato con Mike Hawthorn y Peter Collins. Fangio, al llevar un Maserati, calzaba neumáticos Pirelli, que tendrían que ser cambiados durante la carrera por la falta de durabilidad en el ‘infierno verde’. No obstante, los Ferrari de Hawthorn y Collins llevaban neumáticos Englebert, que no tenían problemas de durabilidad. Fangio tenía clara la estrategia: salir con medio depósito de combustible para así ir ganando ventaja, repostar y cambiar neumáticos durante la parada, y volver a pista por delante de los Ferrari.

Todo iba, nunca mejor dicho, sobre ruedas. Fangio paraba en boxes con 30 segundos de ventaja sobre los Ferrari, pero la parada fue una absoluta catástrofe y salió 50 segundos por detrás de los Ferrari. Quedaban 10 vueltas. Fangio tenía que hacerlo.

Y, efectivamente, como podéis imaginar, remontó, pero de una forma absolutamente espectacular. Tras salir de boxes, recortó 14 segundos a Hawthorn en la primera vuelta, y 9 en la segunda. Adelantó a ambos Ferrari, y ganó con tres segundos y medio de ventaja sobre Hawthorn, haciéndose con su quinto y último campeonato mundial.

Niki Lauda, antes de sufrir el accidente, en el Nürburgring – F1 Sport

1976 – EL DESASTRE DEL NORDSCHLEIFE

El 1 de agosto de 1976 siempre será recordado como uno de los días más negros de la historia de la categoría reina. La última carrera disputada en el Nordschleife estuvo cargada de polémicas desde antes de la salida. Las condiciones del trazado dificultaban mucho la posibilidad de correr en el ‘infierno verde’. Niki Lauda, líder del mundial de pilotos, se opuso rotundamente a correr. Sin embargo, finalmente los pilotos tomaron la salida por votación. Y Lauda, con el objetivo de asegurar su liderato, corrió.

En la primera vuelta, mientras iba detrás de su principal rival, James Hunt, Lauda perdió el control de su Ferrari y chocó contra el muro del circuito alemán, en un accidente gravísimo que le dejó secuelas de por vida. La carrera se retomó posteriormente, y Hunt se la llevó. Lauda se debatió entre la vida y la muerte en el hospital, y gran parte del paddock creía que Lauda moriría y que perderían a una leyenda. Sin embargo, un mes después, en Monza, la casa de Ferrari, Lauda volvió, con quemaduras en la cabeza, terminando cuarto con grandes problemas de visión y respiración, protagonizando así uno de los retornos más heroicos que se recuerdan.

Lauda perdió el campeonato en Fuji, en la última carrera, al retirarse ante la torrencial lluvia que caía sobre el trazado japonés. Hunt se alzó con el trofeo. Sin embargo, ese no era el fin de Lauda, sino todo lo contrario. Posteriormente, se alzaría con dos campeonatos más, en 1977 y 1984, engrandeciendo así su palmarés. El año pasado, Lauda nos dejó a la edad de 70 años, después de haber arrastrado toda su vida problemas pulmonares que tuvieron su origen en el mencionado accidente. Desde entonces, la carrera pasó a disputarse en una versión adaptada del Südschleife.

Markus Winkelhock, liderando el GP de Europa de 2007 – DPPI

2007 – LA EFÍMERA LEYENDA DE MARKUS WINKELHOCK

El Gran Premio de Europa de 2007 se puede definir en una palabra: surrealista. Surrealista es que Lewis Hamilton, el sorprendente líder del mundial, sufriera un accidente en la Q3 que lo privara de copar las primeras filas de la parrilla. Surrealista es que Markus Winkelhock, en su primera carrera, con el pésimo Spyker F8-VII, lidere la carrera tras remontar 21 posiciones en la primera vuelta. Surrealista es que el muro de una curva vaya acumulando coches como si de un mapa del Tetris se tratase.

Hace 13 años, en pleno culebrón del spygate en una temporada que marcó para siempre la historia de McLaren, Hamilton sorprendía al mundo con un ritmo espectacular en su primera temporada en el equipo británico. Su principal rival en la lucha por el campeonato era su compañero de escudería y vigente campeón, Fernando Alonso. Hamilton llegaba de Silverstone con 12 puntos de ventaja sobre Fernando, pero en la Q3 sufrió un accidente por el cual llegó a temer por la carrera del domingo por la magnitud del impacto. Finalmente, fue dado de alta y pudo correr.

La lluvia amenazaba el trazado alemán, pero los pilotos decidieron tomar la salida con neumáticos de seco, salvo el rookie Markus Winkelhock, que sustituía a Christijan Albers en Spyker (de los peores coches de la parrilla), y que cambió de neumáticos tras la vuelta de formación, saliendo desde boxes. La carrera comenzaba con los dos BMW Sauber colisionando, y en la tercera vuelta, sucedió el salseo: Hamilton, Button, Rosberg, Sutil, Liuzzi y Speed se salieron en la curva 1, yéndose todos contra el muro. Sin embargo, Hamilton no llegó a rozar el muro, y mantuvo su motor encendido, por lo que la grúa lo devolvió a pista, maniobra que levantó mucha polémica en su momento. Ante el caos, Charlie Whiting decidió sacar la bandera roja.

Hamilton, Speed, Button y Rosberg, tras salirse en la primera curva – Getty

Tras más de 20 minutos de bandera roja, se retomó la carrera, con Markus Winkelhock líder de la carrera, algo que resultó realmente gracioso. Sin embargo, la lluvia no volvió, y Winkelhock comenzó a perder posiciones hasta retirarse en la vuelta 14 por problemas en la caja de cambios. Jamás volvió a correr en Fórmula 1, por lo que ostenta el récord de mayor porcentaje de vueltas lideradas, con un 43% (6 vueltas de 14).

El resto de la carrera transcurrió con constantes cambios en la meteorología y, a falta de 4 vueltas para el final, Fernando Alonso salió airoso de un toque con el líder de la carrera, Felipe Massa, lo que hizo que el asturiano adelantara al brasileño y se hiciera con la victoria de una de las carreras más caóticas de todos los tiempos.

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