Clásico del día, el Ferrari F50 ¿Uno de los Ferrari más infravalorado?

El F50 fue diseñado para celebrar el 50 aniversario de la Scuderia Ferrari, aunque se adelantó 2 años su presentación, pudo ser visto por primera vez en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra de 1995. En primera instancia, el presidente de Ferrari, Luca Di Montezemolo, declaró que solo se producirían 349 ejemplos, que era uno menos de lo que pensaban que podían vender, una estrategia de marketing audaz.

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Debajo de la cubierta del motor transparente había un motor V12 de 4.688,50cc, atmosférico, 4 válvulas por cilindros y denominado Ferrari Tipo F130B. Estaba montado en posición central y se ajustaba longitudinalmente al mamparo trasero de la celda monocasco.

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Como curiosidad el conjunto del diferencial como la caja de cambios de seis velocidades se montaron en la parte posterior del motor, con la suspensión atornillada directamente a la caja de cambios, lo mismo que un automóvil de Fórmula Uno. Es por eso que se pueden encontrar muchas fotos de cambios de embrague del F50 en las que se ve el coche, dividido en 2 partes.

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Sin embargo, no fue solo el motor derivado de la F1, sino el concepto general el que se basaría este modelo. Desde la suspensión trasera pushrod y el chasis de fibra de carbono hasta las barras de titanio y las llantas de aleación de magnesio y los bujes delanteros y traseros, que presentaban una solución inventada y patentada por Ferrari para sus monoplazas, hasta sus neumáticos Goodyear desarrollados específicamente para el modelo, el F50 presentó avances tecnológicos F1 de arriba a abajo.

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Diseñado por Pininfarina, el diseño del F50 requirió 2,000 horas de pruebas en el túnel de viento. Utilizando materiales compuestos sofisticados y tecnología de construcción F1 y aerodinámica, el F50 presentaba muchas curvas, ranuras de admisión y escape, y un alerón trasero aún más radical que el F40, así como un techo rígido extraíble.

Dentro de la cabina, el aire acondicionado era estándar, mientras que el panel de instrumentos se había actualizado de los diales tradicionales a una pantalla digital iluminada en el panel de instrumentos. De lo contrario, el F50 era relativamente espartano: incluso carecía de dirección asistida, elevalunas eléctricos, y ABS.
No se puede negar que el F50 fue la «máquina extrema» de los años noventa, aunque, siempre estuvo a la sombra de su predecesor, el F40, modelo que le robó toda la atención, aunque el F50 fuese un modelo mucho más sofisticado y salvaje que el F40. Es por eso que el F50 se considera uno de los Ferrari más infravalorado.