El camino de Mercedes hacia el póquer

Mercedes, sigue imbatible en la era híbrida. Parecía a principio de temporada, incluso a mitad, que sería complicado que, al menos el campeonato de pilotos se fuera para Brackley. Al final, entre errores propios de pilotos y fallos de fiabilidad, los de la estrella se llevaron ambos títulos. Pero no fue un camino de rosas, sufrieron mucho. Un año complicado que vamos a repasar en este artículo.

La primera parte de la temporada empezó con una dura pugna con Ferrari. Parecía que el 2017 iba a estar al rojo vivo. No obstante, Mercedes tenía una baza que Ferrari carecía de ella, un segundo piloto con muy buena regularidad y siempre en los primero puestos. Sin duda, Hamilton y Bottas, desde el primer momento, empezaron a sumar puntos conjuntamente y consiguieron un buen colchón en el campeonato de constructores. No obstante, la historia en el campeonato de pilotos, era diferente.

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Sebastian Vettel, hizo un inicio de temporada fulgurante. Parecía que, este año, iba a lograr el repóquer de títulos e igualar a Fangio. Después del parón veraniego, Mercedes, aprovechando el lío de la normativa de aceites y combustibles, se adelantó a Ferrari para introducir mejoras, sobretodo en las Unidades de Potencia. Eso unido a que, en carreras como Singapur, que a priori eran mejores para el Ferrari, Hamilton y Mercedes, acabaron consiguiendo ventaja sobre los del Cavallino. 

Para hacer memoria, en Hungría, parecía que los Ferrari lo tenían todo para vencer a final de temporada. En Spa y en Monza, intentaron minimizar daños. Llegó la gira asiática y Mercedes, en contra de los pronósticos previstos para esa serie de Grandes Premios, consiguió dar un vuelco total y absoluto al mundial y se marchó en la clasificación. Tanto la escudería en constructores, como Hamilton en pilotos, consiguieron tanta ventaja en la general, que antes de que se acabara la gira americana (EEUU, México y Brasil), ya certificó matemáticamente los dos títulos. 

Resumiendo todo, ha sido un año que empezó siendo muy duro para las flechas plateadas, pero que terminó siendo como las últimas temporadas, un paseo para los de Brackley.