Fernando Alonso podría perderse los tests para Indianápolis

Fernando Alonso podría perderse los tests previstos en Indianápolis de cara a su debut en las míticas 500 Millas debido a la previsión de lluvia en la zona.

Así pues, y en caso de que las previsiones meteorológicas previstas para esta semana se cumplan, el asturiano muy probablemente tendrá que cambiar de planes.

Recordemos que Alonso tenía previsto iniciar la próxima semana (en concreto, el miércoles 3 de mayo) sus primeros kilómetros a bordo del McLaren Honda del equipo Andretti Racing para encarar su preparación para la famosa prueba norteamericana.

Fuente. McLaren.com

Sin embargo, las normas de seguridad en el óvalo de Indianápolis son ciertamente estrictas en cuanto a la presencia de lluvia en su asfalto. En caso de encontrarse agua sobre la pista, los comisarios del circuito lo tienen muy claro y, generalmente, se suele optar por la suspensión.

La seguridad es capital en un trazado oval, sin escapatorias y entre muros, especialmente cuando la adherencia se ve comprometida seriamente por la presencia de agua en el trazado. A eso hay que añadirle el hecho que las altas velocidades que se alcanzan en este tipo de circuitos generan una alta exigencia a los neumáticos.

En este sentido, la rigidez excesiva de los compuestos rayados para lluvia que habitualmente vemos en la Fórmula 1 es totalmente incompatible con el elevado esfuerzo al que la torsión y el desgaste de un compuesto de competición necesita en una prueba de esta disciplina, donde se alcanzan velocidades próximas a los 400 km/h.

Por tanto, en la Fórmula IndyCar resulta impensable que los monoplazas puedan usar compuestos específicos para lluvia, por lo que al no haber neumáticos de este tipo, la suspensión en caso de lluvia es, por regla general, automática.

Un último motivo que genera la imposibilidad de rodar con lluvia en los trazados de la Indy y, en particular, en Indianápolis, es la necesidad de encontrar temperaturas adecuadas en el asfalto para lograr el máximo rendimiento de los compuestos.

La lluvia genera un enfriamiento importante del asfalto, incluso bastantes minutos después de haber cesado, lo que para unos compuestos como los que se usan habitualmente en la Fórmula IndyCar resulta ciertamente problemático.

Se trata de neumáticos que exigen unas altas temperaturas para rodar en condiciones, por lo que un asfalto frío podría poner en serio riesgo su adherencia. Una circunstancia que en unos circuitos donde los muros pasan a escasos centímetros de los monoplazas, no parece lo más recomendable, especialmente para un debutante.