Los momentos históricos

Graham Hill y su triple corona

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Graham Hill es el único piloto en la historia del automovilismo que ha ganado la triple corona, es decir, el Gran Premio de Mónaco, las 500 millas de Indianápolis y las 24 horas de Le Mans. Algunos de los mejores pilotos de la actualidad, como Fernando Alonso o Juan Pablo Montoya, se han puesto como objetivo arrebatarle ese record. Viajemos al pasado para ver cómo consiguió el piloto inglés tal azaña.

Hill compartió parrilla con algunos de los mejores pilotos de la historia durante su larga trayectoria en Formula 1. Desde Stirling Moss hasta Niki Lauda, pasando por Jack Brabham, John Surtees, Jackie Stewart o Jim Clark. Nunca fue considerado el mejor o el más rápido, sin embargo, cuando miras su palmarés te das cuenta de que la imagen que se tiene de él no es del todo justa. Quizás esto se deba a la imagen que él mismo transmitía. Era un showman, uno de los pilotos más queridos y apreciados fuera de la pista. Eran frecuentes sus apariciones en televisión, donde se ganaba al público con su gran sentido del humor.

Graham llegó a la F1 en 1958 de la mano de Colin Chapman, con el equipo Lotus. No tenía apenas experiencia en competición, solo un par de años en F2; antes era un mecánico más del equipo. Después de dos años de adaptación a la nueva categoría sin brillar mucho fichó por BRM, cansado de la poca fiabilidad de Lotus.

Graham Hill, 1958

En BRM creció mucho como piloto; a menudo usaba sus conocimientos de mecánica para modificar el coche a su gusto, el inglés comenzaba a llamar la atención. Hasta que en 1962 llegó su gran año. El BRM era un gran coche y Hill tenía la suficiente experiencia como para dominar carreras. Pasó por encima de los Cooper, Lotus y Ferrari para llevarse su primer título mundial.

En 1963, su primer triunfo en las calles de Mónaco, todo iba a pedir de boca hasta que un implacable Jim Clark y su Lotus se interpusieron en su camino. Los siguientes años fueron duros para Hill, siempre a la sombra de Clark o Surtees para el público inglés. Eso no impidió que dominara más veces en el principado, ganandose el apodo de Mr Mónaco.

Graham Hill, Monaco 1966

En esta época era normal que los pilotos saltaran de categoría en categoría, tratando de realizar el mayor número de carreras y campeonatos posibles. Hill participaba en las 24 Horas de LeMans desde 1958, cada año con un equipo diferente, desde Lotus hasta Porsche pasando por Aston Martin. Cada año con compañeros diferentes, lo que le reportó una gran experiencia. En 1963 ganó la carrera, pero fue descalificado posteriormente ya que el coche no cumplía el reglamento. A parte de ese año, nunca consiguió terminar la carrera por problemas de fiabilidad, algo bastante común.

Hill decidió dejar Le Mans a un lado y centrarse en volver a ser campeón en F1. Igual que en Le Mans, muchos pilotos de F1 competían en las 500 millas de Indianapolis. Hill nunca había participado, pero en 1966 recibió una propuesta para remplazar allí a un piloto que acababa de fallecer.

No mostró una gran velocidad en clasificación, situando su Lola-Ford en vigésimo tercer lugar. En la carrera fue muy constante, siempre en la vuelta del líder. Iba segundo cuando de repente vió una especie de humo blanco, ¡Era el coche de Jackie! Quedaban tan solo 10 vueltas para el final cuando adelantaba a su amigo Stewart, y ahí estaba él liderando la carrera, una carrera en la que no tenía ni siquiera previsto participar.

Completó las 10 vueltas restantes manteniendo a distancia a Jim Clark y se proclamó campeón de las 500 millas. Fue el primer rookie en hacerlo desde 1927, estas fueron sus primeras palabras: “Estoy realmente sorprendido de haber ganado la carrera” . Muchos de los participantes se quejaron, decían que Hill no había adelantado a nadie. La IMS admitió tener problemas con los cronos, pero nadie quiso denunciar el resultado, Graham tenía ya dos de las tres carreras que le convertirían en leyenda.

Graham Hill, Indianapolis 1966

De vuelta a la Formula 1, no había nada que hacer; con el cambio de normativa del 66’ los Brabham eran imbatibles. Entonces, Graham decidió volver a Lotus a pesar de tener como compañero al mismísimo Jim Clark. Poco a poco, Lotus fue recortando la distancia, de  tal forma que en 1968 el equipo estaba preparado para luchar por el título, disponian de un gran coche y dos magníficos pilotos. En la primera carrera el Lotus se destapó como el coche a batir, Chapman había vuelto a hacer magia. Todo el mundo esperaba una batalla entre Hill y Clark por el campeonato.

Como ya he mencionado anteriormente, era común que los pilotos participaran en más series a parte de la F1, algunos por ambición, otros por dinero y fama y otros por el simple hecho de que les gustaba conducir. A este último grupo pertenecía Jim Clark, uno de los pilotos más talentosos de todos los tiempos. El destino quiso que falleciera en una carrera de F2 bajo la lluvia, en el antiguo circuito de Hockenheim. Sin Clark, Hill ganó aquel año su segundo título con bastante comodidad.

En 1969 llegó la revolución de la aerodinámica; todos los equipos estudiaban y probaban los cambios de comportamiento del coche con diferentes alerones. Este nuevo elemento provocó muchísimos accidentes, la mayoría porque los ingenieros no encontraban un lugar apropiado para anclarlos. El mismo Hill sufrió un durísimo accidente en Watkins Glen, fue de tal gravedad que se rompió las dos piernas, todo el mundo lo daba por acabado.

Graham Hill, Monaco 1969

Graham, a sus 40 años decidió luchar para volver más fuerte, afrontó una dura reabilitación para volver a ser campeón. Sin embargo había perdido la confianza de Chapman, que lo relegó al segundo equipo de Lotus; aunque para pilotar el coche del equipo oficial. Hill no se rendía, pero los resultados no eran buenos. Cambió de aires, se fue a Brabham en 1971 pero su situación no cambiaba, era superado por sus compañeros y el fin parecía cerca.

En el año 72′, sin ninguna posibilidad en la F1 y con un pie fuera de Brabham, Hill decide volver a participar en las 24 Horas de LeMans, esta vez con el equipo Matra, con Henri Pescarolo de compañero. El 11 de Junio de 1972 Graham hill hizo historia consiguiendo ganar las 24 horas, y la triple corona. Los Matra se mostraron imbatibles para Porsche y Ferrari, 1-2 para el equipo francés. La lucha había merecido la pena, fue el último destello de la estrella inglesa.

Graham Hill, Le Mans 1972

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