Fórmula 1

Haas presenta el VF-21, el monoplaza de Schumacher y Mazepin

Con su arma de 2021, la escudería americana buscará mejorar su pobre rendimiento de las pasadas campañas

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Haas ha sido la última escudería en mostrar el diseño de su monoplaza de 2021, el VF-21. Los americanos no pueden afrontar esta temporada con objetivos demasiado ambiciosos, en vista del rendimiento de su antecesor. En 2020 solamente acumularon tres puntos, los obtenidos en Hungría y Alemania, lo que evitó la última posición en el mundial de constructores, en manos de Williams. Sin embargo, dos años seguidos siendo penúltimos (2019 y 2020) no suponen buenas noticias para una estructura que en 2017 debutó cuajando un papel más que respetable. Muy lejos queda su mejor época, 2018, donde finalizaron quintos en el mundial con 93 unidades.

En 2021 Haas tratará de dar la vuelta a su delicada situación actual y, a primera vista, se están llevando a cabo cambios para conseguirlo, empezando por el diseño del nuevo monoplaza, que presenta diferencias ostensibles respecto a las últimas campañas. Lo primero que llama la atención es la presencia de un nuevo patrocinador principal, Uralkali, una empresa rusa de fertilizantes de potasas que posee un gran impacto en la decoración de la máquina, pues al predominante blanco se le han añadido, tanto en la parte delantera como en la trasera, los colores de la bandera rusa. Sin lugar a dudas, siempre es positivo que equipos con presupuestos reducidos como Haas cuenten con importantes ayudas financieras que aseguren su subsistencia en la categoría.

Puede que uno de los motivos de la entrada de este nuevo patrocinador sea el debut en la Fórmula 1 del piloto ruso Nikita Mazepin. El joven de 22 años ha hecho gala de una innata velocidad en las categorías inferiores, aunque su comportamiento fuera de la pista siempre ha estado en entredicho a consecuencia de protagonizar actuaciones muy controvertidas y moralmente dudosas. En su primer año en el gran circo tendrá que evidenciar que su presencia es merecida y no se debe únicamente al inmenso patrimonio económico de su padre, que, obviamente, contribuye a que la situación financiera de la escudería sea  mejor.

No obstante, por muy polémica que pueda ser la actitud de Mazepin, todas las miradas estarán puestas en su compañero de garaje, Mick Schumacher, por razones más que evidentes. El hijo del heptacampeón mundial aterriza en el ‘gran circo’ luego de haberse coronado en la Fórmula 2, donde demostró una elevada dosis de regularidad, de modo que su fichaje por Haas fue condicionado por los propios méritos del piloto, y no únicamente por su herencia familiar. Eso sí, lidiará con una enorme presión, pues todo el paddock tiene puestas muchas expectativas sobre él. De momento, debería centrarse en adquirir experiencia y adaptarse lo más rápido posible a la categoría automovilística más exigente.

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