Hasegawa: «Es difícil decir que fue alentador terminar Australia sin ningún problema de motor»

Fue una grata sorpresa que el Mclaren-Honda de Stoffel Vandoorne acabara el Gran premio de Australia. No lo hizo Fernando Alonso aunque el problema de fiabilidad no fue culpa del motor, sino de la suspensión de su monoplaza. El motor aguantó, con un rendimiento pésimo, pero la fiabilidad permitió a la escudería rodar sin problemas durante todo el fin de semana. Una buena noticia dentro de la desesperante situación. Hablar de fiabilidad el tercer año de competición es duro.

La complejidad de los actuales motores volvió a destapar las carencias de la «novata» Honda y tras unos test invernales para olvidar, la presión que sufrieron los nipones a su llegada a Australia fue asfixiante. Callaron algunas bocas, aunque no están para presumir. Yusuke Hasegawa se quitó un peso de encima y así lo ha expresado: «Es muy difícil decir que fue alentador terminar la carrera sin ningún problema en la unidad de potencia. No conseguir un punto porque Fernando Alonso no pudo finalizar la carrera fue muy decepcionante como equipo, pero me sentí muy aliviado de poder terminar el evento sin grandes problemas», afirmaba Hasegawa.

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Las expectativas pero, se centran por el momento en ser más fiables y en entender, a base de rodaje en pista, las prestaciones de su motor. La potencia del motor no es la prioridad: «Para cada problema añadimos contramedidas. Por supuesto, no habíamos tenido la oportunidad de comprobarlas en un circuito, pero no observamos ningún tipo de anomalía», declaraba Yusuke.

China será otra prueba de fuego para los japoneses que presumiblemente, sufrirán y mucho. La recta posterior del circuito de Shanghái puede ser un auténtico suplicio para la unidad de potencia del Mclaren. El paso por curva es bueno y eso deja esperanzas a la espera de la mejoría del motor. Alonso y Vandoorne no están para acabar carreras, quieren ganarlas.