Liberty Media podría establecer un límite presupuestario para fomentar la competición

La Fórmula 1 ha comenzado a ser otra después de la llegada de Liberty Media. A los americanos, si algo se les da verdaderamente bien, es hacer espectáculo. Lo han demostrado innumerables veces en otros deportes o en otras categorías del motor, como la IndyCar o la NASCAR.

En el último Gran Premio, en España, ya se comenzaron a ver algunos ápices de la nueva dirección que quiere tomar Chase Carey y la Fórmula 1. Los números grandes y los nombres de pilotos en los coches, mejoras en el circuito para aficionados o el niño que lloró a destajo y que luego visitó a Kimi son cosa de Liberty que hace la competición más cercana al aficionado.

La nueva propuesta de los americanos no es otra que establecer un límite presupuestario entre los equipos. Esto favorecería la competición entre escuderías y todas tendrían las mismas oportunidades y recursos. Todo esto se traduce en más igualdad y mayor espectáculo.

Esta norma seguro que sería del agrado de muchos. Los equipos de mitad de parrilla hacia abajo lo verían con buenos ojos y como algo justo. Por eso, Otmar Szafnauer, jefe de Force India, se ha mostrado de acuerdo y convencido de que la igualdad de rendimiento solo podría darse mediante presupuestos iguales.

«No todo lo que en otras competiciones funciona se puede transferir a la Fórmula 1. Las reglas de la NASCAR (desvelar secretos técnicos de las escuderías)  no funcionan con el ADN de la Fórmula 1», comentaba a la revista alemana Auto Motor und Sport. «Para que haya igualdad de oportunidades se debe dar a todos el mismo dinero».

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Según parece, Chase Carey podría introducir el límite de presupuesto durante un año. Este sería de prueba y los equipos no sufrirían penalizaciones por incumplirlo. Además serviría para estudiar el desarrollo y como de positiva es la norma.

Por último Chase Carey ha admitido que está buscando soluciones para hacer atractiva a la categoría reina del automovilismo y dejar los monopolios de ciertas escuderías que se llevan produciendo varios años.

«Todo el mundo comprende que un deporte puede ser sano si ofrece a los espectadores acción, competencia y carreras con resultados impredecibles» concluyó.