Automovilismo

Mi Nürburgring Roadtrip, o como sobrevivir a un viaje por media Europa con tu clásico de 30 años: Parte 1

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Aún recuerdo cuando estaba en la universidad, y ya había hecho piña con algunos amantes del automóvil, siempre nos reuníamos en los descansos, o a la hora de comer, y nos poníamos a hablar sobre el ultimo rally que había habido en el la isla o el último modelo que había sacado Ferrari, BMW o Mercedes-Benz, aspirábamos muy alto, lo sé.

En estas conversaciones casi siempre salía un tema, un circuito en concreto, Nürburgring, lo oíamos a todas hora, el infierno verde, el Valhalla automovilístico.

Todos, absolutamente todos soñábamos con algún día poder rodar en este templo del automóvil, y digo soñábamos porque, éramos estudiantes, apenas sin ingresos, los cuales casi siempre teníamos que vivir nuestra pasión gracias a la beneficencia de nuestros padres, para poder ponerle a nuestros coches 20 euros de gasolina, siempre gasolina, a nuestras “tartanitas” heredadas, y poder rodar por nuestras preciosas carreteras de montaña, mientras sonaba AC/DC, en mi caso, y te sentías la persona más feliz en esos momentos, hasta que se encendía la luz de reserva, y tenías que volver a casa. 

Pues este es mi caso, como bien dije anteriormente, yo también fantaseaba, y tenía un coche heredado, con el que mi hermana, 12 años mayor, aprendió a conducir.En mi caso era, y es, un maravilloso Mercedes Benz 190E de 1985 color champán que le había costado a mi padre la friolera de 800.000 pesetas en 1998 cuando se lo compró a un vecino, al principio lo vi cómo un poco una chatarra, sin aire acondicionado, con 4 cambios y que gastaba gasolina al mismo ritmo que el Concorde a Match 2.

Con la L y las ruedas pintadas con rotulador blanco, Madre mía!!

Pero poco a poco le fui cogiendo cariño, ya que resultó ser bastante divertido, tener la potencia justa, y ser increíble, pero increíblemente fiable. El pobre, me ha dado muchas alegrías y muy pocas decepciones. 

Además tenía un pasado de superación, y es que, tuve un pequeño accidente. Me salí de la carretera y choqué con un poste, y le hice bastante daño, en aquella época yo era estudiante, y solo se me pasó por la cabeza el, que iba a hacer ahora.

Duele verlo

Aun así, conseguí ahorrar unos 170 euros, pedí algunos favores, y salvo la chapa, repararla, lo demás se lo hice yo en casa.

Y, esto no es mentira, en una tarde, unas 4 horas, monté

-El Radiador y el ventilador

-Los Faros delanteros y los indicadores

-Los neumáticos

-El cubre-cárter

-Y todo el interior, apretar 4 tornillos del asiento del copiloto y encajar la banqueta trasera.

Así se fue al chapista

Y así volvió

Hace unos 5 años tuve que mudarme a Madrid por temas laborales, y decidí traerme mi amada “tartanita”, ya que me salía relativamente barato, y yo acababa de empezar a trabajar y no disponía de dinero suficiente como para comprarme otro coche.

Sin duda creo que fue de las mejores decisiones de mi vida, lo que era un plan a medio plazo, se ha convertido ya en un plan de 4 años.

Al año de estar trabajando, ya podía plantearme lo de cambiar mi amado “Panzer”,decidí que podía darle un jubilación merecida, y como en agosto tenía 3 semanas de vacaciones, un buen día de Mayo, estaba en el ordenador, abrí Google Maps, puse ir desde Madrid hasta Nürburgring, y pensé, pues tampoco es una locura, y si al ir, hago una paradita en Le Mans, y en París, y así conozco la ciudad de las luces, y porque no para no volver por la misma ruta, bajo hacia Stuttgart y así visito los museos Mercedes Benz y Porsche, y ya de ahí, me doy un salto a Milán y visito Monza, y de ahí, porque no a Mónaco y nos inundamos del ambiente de lujo y exclusividad.

Y así me planifique una ruta de unos 5300 kilómetros cruzando media Europa en un coche con 400.000 kilómetros en su haber y 31 años de sufrimiento a sus espaldas, ¿Qué podía salir mal?. Si os animáis a hacer algo similar, aquí os contamos los aspectos a tener en cuenta para viajar al infierno verde.

Evidentemente, todos me llamaron loco, y en el trabajo, y esto es absolutamente verídico, hicieron apuestas de, en qué país me iba a quedar tirado con mi coche.

Llegó Agosto, y emprendí mi locura y sueño personal, el primer trayecto fue de unos 1127 kilómetros a través de la mitad de España y gran Parte de Francia. En Agosto, en un coche sin aire acondicionado, y con los lujos de la gama media de 1985.

Fue duro, cuando puse el destino en el GPS y me marcó una duración de 10:45 horas, pero bueno, lo de salir a las 3 de la madrugada, hacía que tuviese casi 5 horas sin calor asfixiante.

Las autopistas Francesas, con muy poco tráfico

Aquí tuvimos la gran suerte, de aun habiendo llegado un domingo, el museo y el Circuito de La Sarthe, estaba abierto, así que pudimos visitarlo, y la verdad que no defraudó.

Como podéis ver, en Le Mans era temporada baja

La siguiente parada fue París, esta parada fue por puro turismo, estuvimos 2 días, los justos para ver los más importante de la ciudad. Y de París, salimos al sitio que da nombre a este artículo, Nürburgring.

 

Según crucé la frontera con Bruselas, algo extraño me pasó, al ir por varios países, siempre chequeaba en el GPS cual era el límite de velocidad, de la carretera por la que circulaba. Pero cuando iba a comprobar cuál era el límite de aquella Autobahn, paso esto:

El límite había desaparecido, si amigos, sí, estaba en una de las famosísimas, para todos los Petrolheads, Autobahn alemana, y lo comprobé a adelantarme un BMW serie 5 a unos 190 Km/h, entonces me decidí, cerré mi ventanilla, y empecé a acelerar, comprobando que no iba a estorbar a ningún otro conductor, pisé a fondo, 195 Km/h, y era legal.

No me lo podía creer, en todos los países se criminaliza la velocidad, aquí no, aquí la gente, respeta, va por el carril que toca, hay una cultura automovilística, aquí, y es por eso por lo que se pueden permitir, tener estas autopistas, aunque me duela, en España, entre el síndrome del carril izquierdo, y los que van a tu rebufo, pensando que en algún momento van a abrir el DRS, no nos lo podríamos permitir.

Momento exacto en el que me dí cuenta de que el límite de velocidad se había esfumado

Por fin, ya había llegado, me empezaron a sudar las manos, en cuanto vi esas enormes letras rojas, NÜRBURGRING, mi sueño, ese sitio con el que fantaseábamos yo y todos mis compañeros de pasión

Lo había conseguido, más de 1600 kilómetros después, ¡Habíamos llegado!, se notaba mi euforia, que directamente pare en el arcén de la carretera para sacarme esta foto, mientas todos me miraban de manera extraña, pero a mí me daba igual, yo era sumamente feliz.

Todo el complejo

Y así una vez visto las tarifas, 100 euros menos después, tenía en mi mano esto, mi Tickets for paradise, personales. Lo primero que hice fue ir a recepción he informarme sobre los Touristenfahrten, aunque ya sabía todo, pero me faltaba comprar mis vueltas de felicidad.

Pero como había llegado demasiado temprano, abrían el circuito a las 17:00, me fui a visitar el museo para hacer tiempo, 100% recomendable.

Pero como cuando termine seguía siendo, aún muy temprano, fui a los Karts, que tristemente eran eléctricos, eso sí, eran auténticos cohetes, silenciosos, tanto que el sonido del motor y frenado, lo hacía un altavoz, y no es broma.

Ya con media hora de antelación, fuimos a donde estaba la entrada, un tanto escondida, he de reconocer que no di con ella hasta el 3 intento.

De camino vimos la famosa gasolinera, y algunos coches que iban a entrar a rodarPues casi una hora y media después, ya lo había hecho, ya había hecho lo que fantaseaba cuando estaba en la universidad, había rodado en el circuito que la mayoría de los amantes de los coches escogen en juegos de simulación. 

Y había sobrevivido, no me lo podía creer, aún estaba en una nube. No sabría cómo describiros la sensación, solo os puedo decir lo que le decía a todos los que me preguntaban, tienes que ir.

El ambiente a las afueras del circuito, era increíble, veías auténticos cochazos creados para las tandas en Nürburgring, Focus RS, Golfs GTI, Seat Leon Cupra, y Porsches, muchísimos Porsches, aquí deben regalarlos con las hipotecas, incluso vi llegar coches, en remolques sin matriculas, solo para descargarlos y rodar en el circuito, cosa que no entendí, porque por lo que se, Nürburgring está considerado una autopista de peaje sin límite de velocidad, supongo que para el tema seguros, no se puede adelantar por la derecha por ejemplo, lo cual, se respeta mucho.

Y aquí algunas fotos de las que te sacan los fotógrafos, previo pago.

Al salir de allí, solo podía querer más y más a mi chatarrita, no se había quejado en absolutamente ningún momento, después de 100 kilómetros de castigo, sonaba como si hubiese estado aparcado al ralentí, esperando para emprender un viaje.

La sensación de rodar en el templo de mundo del motor, para miles de personas era, indescriptible, según cruce la barra que daba acceso al circuito, empezó a acelerarse mí el pulso, apenas decía una palabra, solo me centraba en recordar cómo era ese circuito en el Gran Turismo, y me repetía unas palabras en mi cabeza, ¡Borja, no la líes que aun tienes que volver a Madrid con este coche!

Pero en la tercera o cuarta curva, se me olvidó, empecé a buscar los límites, de mi coche en esa pista, tampoco llevaba un GT, así que fui rápido sin mucho riesgo.

Sinceramente, creo que hay que tenerle mucho respeto a este circuito, tiene subidas, bajadas, cambios de rasante, y muchos puntos negros, que muchos conoceréis si habréis visto los vídeos tales como «Crash Nürburgring» y no se ven más que coches chocando contra las barreras.

Desde mi punto de vista, creo que no existe la necesidad de arriesgar tanto como para llegar al punto de jugarte la vida, y es que tener un accidente en el «Ring», no es ni agradable ni barato, en la recepción donde compras las vueltas, y firmas un papelito que seguro nadie se lee, pone bien clarito, que si destrozas una valla, la pagas, si necesitas una grúa, la pagas, y lo más jodido, si tienen que cerrar el circuito por tu culpa, la factura se va a 1300 Euros, cada hora, haced números.

Yo entre a rodar, con demasiado entusiasmo, y me lleve dos sustos, uno de ellos podía haber sido muy grave y el otro, justo empezando la última vuelta, noté que mis frenos, ya no estaban ahí, fue justo al salir a una vuelta, justo después de otra, no había ventilado bien los frenos y cuando necesite de ellos, estaban fatigados, suerte que después venia una amplia recta, y se volvieron a recuperar.

El caso, es que arriesgar puede significar arruinar una experiencia que puede ser increíble, o para olvidar. Vi como un Corvette preparadísimo se le descolgaba el culo en una curva y se veía en apuros, y como un Audi TT descapotable se iba a la tierra delante mía, lo podéis ver en el vídeo del Youtube.

No podía estar mas contento con esta tartanita

 

Aparte de la pegatina, tenía que comprarle esto

Aquí os dejo el vídeo del onboard de las 2 últimas vueltas.

Al día siguiente, nos fuimos a ver los toros desde la barrera, es decir, donde los aficionados se ponen a ver a los coches rodar, coches, o casi cualquier cosa que tenga ruedas, que puedes cruzarte con furgones, que no es un hecho aislado.

Como comenté arriba, había personas que arriesgaban demasiado, que intentaban marcar el mejor tiempo del circuito con su coche, uno de los casos que vi, fue un R32 «picado» con un M3 E92, cuando de repente, dejaron de pasar coches, y pasó la ambulancia, y la grúa, algo había pasado.

Doloroso final para este R32

Como vi que no se retomaba decidí volver al complejo, y allí comprobé que había pasado.

Pero lo fantástico de este viaje, aún no había acabado, tuvimos tanta suerte de que era el AVD Oldtimer, joyas, auténticas joyas de todas las épocas, y podías tocarlas asomarte a su interior, nadie te decía nada, vuelvo y repito en este país la cultura y respeto automovilístico es inmenso, aquí solo os pondré fotos, nada de palabras.

Rondando por el Pit

¿Creéis en el amor a primera vista? Yo si.

Con una leyenda del Dakar, en el Stand de Porsche

Un poco de lío en los Pits, poder esta a escasos metros de estas joyas en funcionamiento, es una de las sensaciones más impresionante que he tenido la oportunidad de disfrutar

 

Bueno pues hasta aquí, la primera parte de este Nürburgring Roadtrip, dentro de 7 días podréis ver la 2ª parte de este articulo en el que detallo la vuelta a Madrid por una ruta totalmente diferente a la que hice para subir.

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