Robert Kubica: «Odio decirlo pero ya no podré ser piloto de F1»

Las posibilidades de volver a ver a Robert Kubica en la Fórmula 1 algún día parecen ser nulas tras el grave accidente del piloto polaco en el Rally Ronde di Andora a mandos de un Skoda Fabia S2000 en el año 2011.

Pese a esto, Robert se ha centrado en los rallyes, proclamándose campeón del mundo de WRC2 en 2013 con un Citroën DS3 R5. Sin embargo, la falta de apoyo económico le ha llevado a dejar los rallyes y centrarse de nuevo en los circuitos, aunque lejos de la tan exigente F1.

Esta temporada, el piloto polaco se pondrá a los mandos de ByKolles en el Mundial de Resistencia WEC (World Endurance Championship). Declara que ha probado en un simulador todos los circuitos del calendario y las exigencias en sus brazos que suponen los trazados no son un problema para él, por lo que mostrará, al menos según el propio piloto, un 90% de su potencial.

Es por esto por lo que desde el año del accidente, las esperanzas de verlo subido de nuevo a un F1 habían ido disminuyendo hasta que, hace un par de años, Toto Wolff y Mercedes le dieron la oportunidad de realizar un test con un monoplaza de la máxima categoría.

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Robert Kubica aseguró que rechazó dicha propuesta porque le recordaba a su pasado en la categoría reina, y sentía que había perdido lo que más amaba. Muy a su pesar, no tiene ninguna esperanza de volver a ser piloto de F1 ya que sus capacidades físicas no se lo permiten “Traté de rechazar todo lo que me recordaba al pasado. Estaba enfermo, viendo la carrera en la televisión. Traté de hacer frente a la realidad que me llevó a otra parte, pero mi pasión siempre ha sido la misma y es el motor de mi vida”.

Además, el piloto explicó el porqué de sus palabras “Actualmente no tengo ninguna rotación en el antebrazo. Este movimiento del brazo debo hacerlo en una trayectoria más ancha, porque ahí es donde tengo la fuerza. Se requiere espacio, que no se encuentra en la cabina del piloto de un Fórmula 1. Odio decir esto, pero hoy en día no es posible”, comenta Robert Kubica en una entrevista a Corriere della Sera.