Fórmula 1

Pierre Gasly: del infierno de Red Bull al cielo de Monza

La épica victoria de Pierre Gasly en Monza premia a un piloto que se ha enfrentado a muchas dificultades a lo largo de su trayectoria en la Fórmula 1

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La historia de Pierre Gasly es, probablemente, una de las más melodramáticas que la Fórmula 1 ha vivido en los últimos tiempos. La carrera del piloto francés en la categoría reina del automovilismo está plagada de sucesos extremadamente duros emocionalmente, pero también de épicos renacimientos. Su trayectoria pone de manifiesto lo importante que es la lucha constante, la confianza en uno mismo y la capacidad de sobreponerse a la adversidad, en uno de los deportes más exigentes del planeta. Gasly ha demostrado mejor que nadie que, a pesar de las dificultades, el esfuerzo y el trabajo duro suelen traer consigo maravillosas recompensas. Sus experiencias a lo largo del último año y medio son dignas de un largometraje de Hollywood.

Comienzo no deseado y fracaso en Red Bull

Hay que retroceder hasta los test de pretemporada de 2019 para llegar al principio de esta historia. Tras un gran 2018 junto a Toro Rosso, Helmut Marko decidió que Gasly sería el sustituto perfecto de Daniel Ricciardo en Red Bull. Siguiendo con su filosofía, la marca de la bebida energética daba una oportunidad a un piloto de la casa, en el que llevaban años confiando. Sin embargo, la relación entre el piloto y el equipo no tuvo el mejor inicio posible. En los test de Barcelona, el francés protagonizó dos accidentes que repercutieron negativamente en su confianza, sin tener la opción de acumular el kilometraje que necesitaba para amoldarse a su nuevo monoplaza. Además, Marko no dudó en criticar sus errores, señalando que fueron muy perjudiciales para el desarrollo del coche de cara al inicio de la temporada. El asesor de Red Bull echaba aún más leña al fuego justo cuando Gasly necesitaba recuperar la seguridad perdida.

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El otro gran problema tenía nombre y apellido: Max Verstappen. Sin duda, el holandés es uno de los pilotos más talentosos de la parrilla, y compartir garaje con él es una auténtica prueba de fuego para cualquiera. Ser su compañero de equipo puede suponer una perdición en el caso de no estar psicológicamente preparado, y la realidad reflejaba que Gasly no lo estaba. Carrera tras carrera, el francés no era capaz de igualar el nivel de Max y, lo que era aún peor, la diferencia de rendimiento entre ambos era abismal, demasiado grande como para que un equipo tan exigente como Red Bull la aceptase. Esto provocó que fuese imposible para el galo adquirir confianza en sí mismo y en su pilotaje.  Los resultados estaban siendo muy decepcionantes y Red Bull nunca se ha caracterizado por ser un equipo paciente con el desarrollo de sus pilotos. Si no eres lo suficientemente rápido, no estás en sus planes. Finalmente, en Bélgica se confirmó lo inevitable: Gasly iba a ser relegado a Toro Rosso, siendo reemplazado por Alex Albon en la escudería austriaca.

La recompensa al trabajo duro

No obstante, lo peor para el francés aún no había llegado. Aquel fin de semana, durante el Gran Premio de Bélgica, su íntimo amigo Anthoine Hubert perdió la vida tras sufrir un terrible accidente en la carrera de Fórmula 2. Un horrible varapalo para Gasly, viéndose totalmente afectado por la tragedia. En ese momento, lo más sencillo hubiese sido tirar la toalla, rendirse ante tanta adversidad. Sin embargo, su actitud fue otra bien distinta. Decidió que no iba a dejar de perseguir su sueño, que había llegado la hora de enseñar al mundo la pasta de la que estaba hecho. Poco a poco, con la ayuda incondicional del equipo, fue recuperando la fe en sí mismo, además de su velocidad sobre la pista. El premio no tardaría en llegar. En Brasil aprovechó una carrera alocada para conseguir un sorprendente segundo lugar, firmando su primer podio en la Fórmula 1. Fue la mejor forma posible de cerrar un año extremadamente difícil.

Toro Rosso

El milagro de Monza

Las circunstancias del francés en este 2020 han sido muy diferentes, pues desde el comienzo ha estado absolutamente centrado, decidido a resarcirse de las heridas del pasado. Sus actuaciones han sido fantásticas, obteniendo puntos en Austria, Gran Bretaña, España y Bélgica. Aun así, lo sucedido en el Gran Premio de Italia no entraba en las quinielas de nadie, ni siquiera en los mejores sueños del piloto. Su triunfo en el trazado de Monza ha sido un regalo totalmente merecido para él, pues se ha premiado su perseverancia, su tesón, sus ganas de mejorar y, por supuesto, su calidad al volante. Una calidad de la que muchos dudaban, pero que Gasly se ha encargado de resucitar. Cuando muy poca gente creía en él, ha dado un auténtico golpe sobre la mesa para reivindicar su valía. La de Pierre es una historia inspiradora que ejemplifica perfectamente la grandeza de la Fórmula 1 y del deporte en general. Todos deberíamos aprender de él. Rendirse es siempre la última opción.

Pierre Gasly

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