El pentacampeón del mundo concedió una entrevista al diario As en la que nos destapó un poco más su lado pasional tanto dentro como fuera de las carreras Sobre la mala suerte de Leclerc en Baréin, el británico reconoció lo siguiente: «sentí empatía, sé lo que es hacer tu primera pole y además ganar la carrera».

Mientras, sobre la juventud de los pilotos que llegan, como Verstappen o el propio Leclerc, el inglés recuerda que él sabe lo que es tener 21 años, y aún no lo olvida pese a tener 34, y no se siente raro al correr contra ellos, o frente a otros que aún no han cumplido ni los 20 (como Norris). Reconoce que a esa edad uno sólo se centra en sí mismo pese a que esté rodeado de las personas con más experiencia, y que él a esa edad habría tenido en cuenta estos detalles y asegura que entonces habría ganado de manera más cómoda los mundiales en 2007, 2008 y 2009 con lo que sabe ahora mismo.

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Sobre la presión que tiene el de Stevenage, asegura que ya no la sufre, que a partir de una edad ya te sientes más cómodo (en el caso del británico cuando no te preocupas de lo que piensan los demás sobre ti). Al darse cuenta de que no puedes cambiar la opinión de todo el mundo, el británico se volvió duro como una roca.

Acerca de lo que es a día de hoy la categoría reina del motor para él, reconoce que las carreras siguen siendo su pasión, y que lo demás suma. Le encanta competir y extraer todo lo posible del coche, y después volver a la fábrica a seguir trabajando. El británico tiene voto para dirigir el desarrollo del coche compartiendo sus impresiones continuamente. Disfruta los test de pretemporada, los debates, y demostrar alguna que otra vez a los ingenieros que no siempre tienen la razón.

Lewis Hamilton cree que le queda tiempo aún en la Fórmula 1, por lo que ni se le pasa por la cabeza una retirada, pero aún tiene objetivos, como mejorar su conexión con los ingenieros o el rendimiento del coche para enfocarlo a su gusto para ganar el sexto título. Reconoce que desde fuera puede parecer que el equipo construye el coche y que el piloto se sube y ya está, pero asegura que en Mercedes las cosas no son así, y que pasa muchísimo tiempo con los ingenieros.

Echando la vista atrás, dejar McLaren por Mercedes, Lewis reconoce que de no haberlo hecho quizás no estaría hoy en la Fórmula 1. Compara su situación con la de LeBron James, de si hubiese ido a Miami o si se hubiese quedado en Cleveland. Depende del deportista. Si nos fijamos en Senna, era una combinación perfecta, mejor equipo, mejor coche… Por lo que el británico se encuentra en una situación similar con Mercedes, que define su fichaje por la marca de la estrella como «la mejor decisión de mi vida».

No obstante, no cree que vaya a hacer más carreras más allá de la F1, a diferencia de Fernando Alonso. Nada de Le Mans, 500 millas de Indianápolis o triple corona, ya que al británico no le atraen. Aún no sabe qué hará cuando deje la Fórmula 1. Reconoce que la vida del deportista es dura porque trabajas mucho para algo que va a durar muy poco. Le atrae la tecnología, el mercado chino, y en toda esta mezcla, los coches eléctricos.

Sabe que dejarlo será duro, tal y como ya lo fue con Michael Schumacher o Jordan, ya que las carreras serán una adicción difícil de superar para el pentacampeón.

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