Fórmula 1
Los tubos Prandtl-Pitot en la F1
Todos hemos visto alguna vez cómo los equipos de F1 incorporan en la parte superior del morro de los coches lo que parece ser una antena de transmisión de datos o de comunicación que sobresale de la superficie a modo de “chimenea”. También puede habernos llamado la atención el hecho de que los monoplazas durante los tests invernales salen frecuentemente a pista con parrillas de sensores en la parte media y trasera del mismo (sobre todo detrás de las ruedas delanteras, en los pontones o en el difusor trasero), tal y como puede apreciarse en las siguientes imágenes:

Tubos Prandtl-Pitot (sondas kiel en el caso de las parrillas) en diferentes partes del monoplaza (fuente: Sutton Images)
Ninguno tiene a estas altura duda de que estos sensores han sido concebidos con fines aerodinámicos, pero ¿acaso sabemos exactamente para qué sirven o qué principio físico hay detrás de ellos?
Pues bien, empecemos… Estos dispositivos, que apuntan en la dirección en la que se mueve el coche, reciben el nombre de tubos de Pitot en honor a su inventor: el ingeniero y físico francés Henri Pitot. No están presentes únicamente en la categoría reina del automovilismo, sino que son empleados también en aviación. En el caso de aeronaves suelen estar montados en el borde de ataque o debajo del ala, aunque en ciertos aviones están situados en el morro o en el estabilizador vertical. Esta localización no está seleccionada al azar, ya que está pensada para ponerles a salvo de perturbaciones o turbulencias causadas por el movimiento del aeroplano en el aire.

Tubo de Pitot situado debajo del ala de una avioneta.
La función de este artilugio es medir la velocidad de un punto dado una corriente de flujo, y fue usado por primera vez en 1732 en el río Sena por su inventor. Su principio, como podemos ver a continuación, es francamente sencillo: se basa en medidas de presión para obtener el valor de la velocidad del fluido.
Imaginemos un campo fluido con velocidad uniforme teniendo en cuenta que se trata de un fluido ideal (son despreciables los efectos de la viscosidad y de la conductividad térmica) y que no hay pérdidas energéticas. Si introducimos un cuerpo (en nuestro caso el tubo de Pitot) que perturbe el campo, será posible calcular el valor de la velocidad incidente sobre el mismo a partir de la medida de la presión en el punto P, como muestra la figura:

Representación de un campo fluido perturbado por un objeto en reposo.
La ecuación que modela el comportamiento de este cuerpo es la Ecuación de Bernoulli, la cual se obtiene al aplicar una serie de restricciones a la ecuación de conservación de la cantidad de movimiento.

Ecuación de Bernoulli
Como el punto P es un punto de remanso, la presión en el mismo será máxima y la velocidad relativa del fluido respecto de P, nula. Además, midiendo la presión en otro punto del fluido sin perturbar que se encuentre a la misma cota y que no se vea influenciado por la velocidad (P∞), conseguimos anular la influencia de la energía potencial. De este modo, averiguar cuál es la velocidad del fluido queda reducido a:

Ecuación simplificada para el cálculo de la velocidad de un fluido mediante el empleo de un tubo de Pitot.
En resumen, podemos medir la velocidad relativa aire-coche por medio de la presión estática (P∞) y la presión total o absoluta (Pp).
presión total = presión estática + presión dinámica
Sin embargo, como recordaréis, el instrumento de medición presente en los monoplazas de F1 no toma exclusivamente el nombre de su inventor. Esto se debe a que el tubo de Pitot original quedaba limitado a líquidos y exigía medir de forma independiente la presión en un punto sin perturbar, por lo que en 1800 el físico alemán Ludwing Prandtl incorporó en un mismo instrumento ambas medidas de presión gracias a la ayuda de un manómetro diferencial.
Actualmente, tanto los equipos de F1 como los aviones no emplean un sistema de medida de presión hidráulico, si no que recurren a transductores de presión. Estos elementos electrónicos convierten la presión en una señal eléctrica mediante la deformación de los extensómetros que están unidos al diafragma del mismo, cuyo funcionamiento físico omitiremos.

Esquema Tubo de Prandtl-Pitot.
Un hecho importante y que no se ha mencionado anteriormente es que Bernoulli debe aplicarse en conductos cerrados y con fluidos incompresibles, algo que, obviamente, el aire no cumple. Sin embargo, considerando una velocidad del sonido a nivel del mar y a 20 ºC es de 343 m/s y una velocidad del monoplaza de 350 km/h, obtenemos un número de Mach inferior a 0.3, lo cual nos conduce a que el aire (en este caso particular) se comporta como un fluido incompresible. Por tanto, esto nos indica que en el caso de los aviones habrá que corregir la ecuación para el cálculo de la velocidad.
Ahora bien, una vez que hemos entendido el funcionamiento de este sencillo pero extremadamente importante instrumento, intentaremos responder a la pregunta de por qué están presentes en los F1…
Como se ha comprobado anteriormente, el tubo de Prandtl-Pitot ayuda a medir la velocidad relativa coche-aire, es decir, no mide la velocidad del coche tomando como sistema de referencia el asfalto. Dicho de otro modo, si el coche y el aire viajan a una velocidad de 300 km/h y 100 km/h respectivamente en sentidos contrarios, obtendremos una velocidad por Pitot de 400 km/h. En caso contrario, si viajaran en el mismo sentido, la velocidad sería de 200 km/h.
Lo mismo ocurre con los aviones: la velocidad respecto del suelo nos indica cuánto tiempo durará el vuelo y la velocidad relativa al aire muestra la sustentación del ala, que es la fuerza que mantiene al avión volando y que es directamente proporcional al cuadrado de la velocidad relativa avión-aire. He aquí pues el fin de este dispositivo en los aviones: ser capaz de controlar la fuerza de sustentación (lift) y así evitar que el avión entre en pérdidas (stall), pues recordemos que a velocidades bajas a penas se genera sustentación y a velocidades altas pueden surgir fallos estructurales.
En los F1 se emplea para saber cuánto aire hay disponible para generar carga y así poder variar los ángulos de ataque de los alerones. Además, cuando se emplean varios tubos en parrillas se obtienen datos sobre las perturbaciones causadas por elementos aerodinámicos del monoplaza o sobre cómo circula el aire a su alrededor, ya que para cada punto en el que esté situado el sensor se obtiene una velocidad diferente. De esta manera se puede estudiar a fondo por ejemplo, un difusor, y comparar los datos en pista con los del túnel de viento y los obtenidos mediante simulación numérica (CFD).

Ferrari F 14 T con tubos Pitot encima de la toma de aire del motor (fuente: Scuderia Ferrari)
Sin embargo, la utilización de este excelente aparato no queda únicamente limitado a fines relacionados con la aerodinámica “externa”, sino que ofrece datos necesarios para gestionar la alimentación del motor. Como sabemos, no es lo mismo que el aire entre por la admisión a una presión u otra, ya que esto significa tener más o menos oxígeno disponible para la combustión. Debido a que actualmente la ECU está controlando constantemente la apertura y el cierre de válvulas, necesita conocer en todo momento la presión dinámica en la toma “airbox”, lo que le ayuda a optimizar la mezcla gasolina-aire de la mejor manera posible.
En definitiva, los sensores Pitot son empleados tanto para conocer la velocidad del aire antes de entrar en contacto con los alerones, como para estudiar el comportamiento aerodinámico de ciertas piezas. Además son usados con el fin de controlar el caudal de aire que entra por la admisión.
Fórmula 1
McLaren en busca de «minimizar daños» en Las Vegas
McLaren llega a Las Vegas para las últimas citas de la temporada con el campeonato de pilotos todavía abiero y con Lando Norris como líder actualmente, aunque todo está por decidirse, ya que puede cambiar en el último minuto.
El equipo británico afronta un tramo final exigente, sin margen de error en una temporada históricamente larga, marcada por viajes intercontinentales y un nivel alto competitivo. Desde la fábrica de Woking, el equipo asegura haber realizado una preparación intensa para afrontar el desafío de Nevada, Qatar y Abu Dabi.
Lando Norris reconoce que el trazado urbano del Strip ha sido un territorio complicado para McLaren, pero llega motivado tras dos findes de semana fuertes en México y São Paulo: “Próxima parada, Las Vegas. Es una experiencia increíble correr en el Strip. Hemos sumado buenos puntos recientemente y me siento preparado para este último esfuerzo”, declaró.
Oscar Piastri mantiene el mismo espíritu de trabajo: “me centro en el rendimiento y en aprovechar cada oportunidad. Las Vegas es rápida, divertida y permite adelantamientos. El reto será gestionar las temperaturas frías”, explicó el australiano.
Andrea Stella, director del equipo, quiso destacar el esfuerzo humano detrás del final de temporada: “Son tres semanas intensas que abarcan doce husos horarios. Agradezco la dedicación del equipo. Sobre el papel, Las Vegas será difícil para nosotros y la competencia está mas ajustada que nunca”.
El ingeniero italiano subrayó que cada detalle será crucial, más aún tras ves lo apretada que está la lucha por el título: milésimas que deciden grandes resultados.
Con solo tres grandes premios por delante, el foco está inevitablemente en la batalla por el Mundial. Norris está como líder, pero la ventaja es mínima y Verstappen, junto a Piastri, se mantiene dentro del margen que permite un giro de los acontecimientos en la clasificación.
Este fin de semana, en el circuito de Nevada se espera que la baja temperatura del asfalto vuelva a jugar un papel clave. Por tanto, McLaren se presenta con ambición para esta carrera, pero también con cautela.
El campeonato está más vivo que nunca y cualquier error o acierto en las vegas podría marcar el destino del título.
Fórmula 1
Zak Brown asegura que la fama de Drive to Survive “cambió” a Christian Horner
El CEO de Mclaren, Zak Brown, cuestionó la ética competitiva de Horner durante sus años frente a Red Bull. Afirmó que la popularidad que obtuvo gracias a la serie de Netflix Drive to Survive lo ha transformado por completo. En una entrevista con The Telegraph, Brown aseguró que conoce a Horner desde hace más de 30 años y que su relación fue cordial durante mucho tiempo, hasta que llegó la fama global.
“Antes nos llevábamos bien”, comentó. “Sus resultados son increíbles, se merece respeto. Pero ha cambiado. La fama gracias a la serie de Netflix, el dinero, la gloria…se le subieron a la cabeza”.
La docuserie, estrenada en 2019, impulsó la popularidad de la Fórmula 1 tanto a nivel deportivo, pero también convirtió en celebridades a figuras del paddock, desde Daniel Ricciardo y Guenther Steiner hasta Toto Wolff y el propio Horner.
Zak Brown también dejó entrever que Horner no siempre compitió dentro de los límites durante su etapa al mando de Red Bull. Para hacer referencia a eso, empleó una metáfora Racing: “Hay pilotos que sacan a los rivales con dos ruedas fura de la pista. Eso es correr duro. Pero otros los sacan con las cuatro. Christian es de esos”.
Además, acusó al exdirector de Red Bull de lanzar insinuaciones contra McLaren sin fundamento, con el objetivo de desestabilizar al equipo: “No creo que él mismo se creyera lo que decía. Todo el mundo en este deporte sabe que no era algo que se hiciera por razones técnicas”.
Con estas declaraciones, Brown suma un nuevo capítulo a una de las rivalidades más mediáticas del Paddock, reforzada precisamente por la misma serie que, según él, cambió para siempre la figura de Christian Horner.
Fórmula 1
Audi se prepara para la Fórmula 1: estos serán sus colores para 2026
Audi ha dado un paso firme hacia la Fórmula 1 con la presentación de su prototipo R26, diseñado para debutar en la categoría en 2026. La marca alemana no se conforma con participar, su objetivo es luchar por el campeonato mundial a partir de 2030.
En un evento celebrado en Múnich, Audi mostró además su nueva identidad visual, con un diseño con colores plata, rojo y negro para el R26 concept, anticipando el primer monoplaza del fabricante bajo en nuevo reglamento técnico. El prototipo será la base de un ambicioso proyecto que incluye el desarrollo interno tanto del chasis como de la unidad de potencia, una estrategia que, según Mattia Binotto, exdirector de Ferrari y actual CTO y COO de Audi, dará al equipo una ventaja competitiva frente a los otros equipos.
El CEO de Audi, Gernot Doellner, subrayó la ambición del proyecto: “Los próximos dos años seremos aspirantes al título. A partir de 2028 queremos convertirnos en competidores serios y desde 2030 luchar por el campeonato”. Por su parte, Jonathan Wheatley, jefe del equipo, destacó la transformación del equipo Sauber tras la adquisición de Audi, señalando que la confianza y la inversión del fabricante alemán han revitalizado la plantilla, fomentando una mentalidad más competitiva y ambiciosa.
Desde que Audi adquirió inicialmente un 25% de Sauber en 2022 y posteriormente el control total del equipo, la marca ha trabajado en una completa renovación del proyecto. El objetivo es claro, competir al nivel más alto y preparar al equipo para desafiar a los grandes de la F1 en apenas unos años.
Con el R26 concept, Audi entra a la Fórmula 1 con un plan estratégico a largo plazo, combinando desarrollo técnico inversión en talento y visión competitiva, con la mirada puesta en convertirse en unos de los mejores del campeonato mundial en la próxima década.
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