A menudo hablamos de que en Fórmula 1, tu mayor rival, o al menos el primero, es el del otro lado de tu box. Es una realidad. En una categoría de vanguardia, tecnología; se puede decir que ningún piloto tiene tu mismo material. Ninguno, excepto tu compañero de equipo, véase ahí el sentido de la comparación.

Se puede decir que es un poco cruel, es muy difícil que en esta comparación salgan ambos implicados victoriosos. Uno gana y el otro pierde. Si eres el que gana, el mundo F1 te verá con buenos ojos, sonarás para equipos mayores –si no estás ya en uno-, ganarás fans, la gente se volcará contigo, incluidos patrocinadores… Todo te vendrá con viento a favor. Pero, ¿y si pierdes? La gente se olvidará de ti, serás la sombra de otro piloto, descenderás en popularidad, es probable que te pongan carteles e, incluso, pedirán tu retirada -da igual que tengas 22 años, véase el caso Kvyat-. Para mucha gente serás carne de Fórmula E.

Es por esto que hoy me centro en un “derrotado”, Stoffel Vandoorne. El piloto belga se enfrenta este año a su primera temporada completa en Fórmula 1 y, probablemente, no está en la situación que el habría esperado hace unos meses. Con un McLaren que corre mucho menos de lo que prometía, cayendo en Q1 en las 5 clasificaciones realizadas hasta el momento, 0 puntos en el casillero y, lo peor de todo, destrozado por su compañero de equipo.

Fernando Alonso no es cualquier compañero, el español es considerado por muchos como el mejor piloto del mundo. En parte lo ha demostrado. El bicampeón del mundo ha logrado en estas 5 primeras carreras poner al McLaren a un nivel impensable para cualquiera que vea el rendimiento de ese coche. Peleando por puntos, con coches tan lejanos en nivel a la escudería británica que parece una utopía el tratar de acercarse a ellos.

Habiéndote resumido lo que ha sido hasta ahora la temporada de los 2 pilotos de McLaren te voy a hacer unas preguntas, léelas y piensa que responderías: ¿Es Alonso el que lleva el McLaren por encima de su nivel o Vandoorne por debajo del mismo? ¿Es Vandoorne un piloto no merecedor de correr en F1? Y, la más importante ¿Crees que Vandoorne está a mal nivel ahora mismo?

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Creo que en la primera todos abremos contestado lo mismo. Por triste que parezca, Vandoorne lleva al McLaren dentro de sus posibilidades, es Alonso el que lo lleva un punto más.

En la segunda, creo que un campeón de GP2 como Vandoorne –además de la forma en la que lo hizo- y un piloto que ha destacado en las categorías que ha competido, empezando por los karts, hasta la Super Fórmula Japonesa, sin olvidar el GP de Bahréin de 2016, merece estar en Fórmula 1.

En cuanto a la tercera, aquí creo que habrá más dudas. Mi sensación: No creo que Vandoorne este a mal nivel.

Con todo esto, y después de escuchar a la gente hablar de fracaso, desastre o ridículo del belga en estas carreras, creo que se le debe pasar al piloto de McLaren dos filtros, el de rookie porque sí, no lo olvidemos, a pesar de sus 25 años, es un rookie, y el de tener que debutar con el mejor piloto del mundo al lado.

Debe ser difícil, pilotos como Button, Massa o Raikkonen, tan experimentados en Fórmula 1, se han visto arrasados por el asturiano, imaginaos un recién llegado que, como cualquier novato, andará aclimatándose a la categoría como para intentar plantarle el más mínimo problema a Fernando Alonso. Solo un joven Hamilton, con ayudas o sin ellas, ha sido capaz de contener, en cierto modo, al bicampeón español.

La gente se pregunta el por qué de que pilotos como Vettel o Hamilton no quieran compartir garaje con Alonso. Creo que esta es la respuesta. En tan solo unos meses, Stoffel Vandoorne ha pasado de ser una de las mayores promesas, un futurible campeón del mundo, a parecer el último Marcus Ericsson de la parrilla.

“Menuda tartana tiene McLaren”, “Vandoorne no da el nivel”, frases que habremos escuchado y nos cansaremos de escuchar. Que no os confundan, si McLaren –entiéndase Honda– y Vandoorne tienen un “problema”, es Alonso. Para los primeros por no poder darle un coche en condiciones y para el segundo por tener que luchar mano a mano contra uno de los mejores pilotos de la historia.