Entramos en la recta final de la temporada: Comienza la batalla en Catar.
Abre el fin de semana en Catar con una FP1 muy movida en el circuito de Losail, donde los equipos empezaron a sacar conclusiones en una sesión marcada por el alto desgaste de los neumáticos y las limitaciones de pista. Máximo 25 vueltas por juego, lo que obliga a pensar ya en las dos paradas para la carrera. El trazado, con 16 curvas a derechas, es rápido, exigente y donde adelantar es realmente complicado.
El primero en salir a la pista ha sido George Russell con neumáticos duros, probando ritmo de carrera, mientras Max Verstappen marcaba la primera referencia, con un 1:25.047 que pronto bajó hasta 1:23.343. Carlos Sainz ha arrancado fuerte, demostrando el buen ritmo que lleva el equipo desde la pasada carrera, Las Vegas, aunque Hulkemberg sorprendió superándolo por dos décimas. Verstappen pronto avisó por radio de que el neumático delantero izquierdo se estaba viniendo abajo, señal del fuerte graining en esta pista.

Mientras tanto, Fernando Alonso se mantenía sólido, rodando octavo al inicio y mejorando poco a poco hasta colocarse quinto, a solo dos décimas de Russell. Piastri dio un primer aviso poniéndose líder. En Ferrari, en cambio, las sensaciones no han sido buenas. Leclerc se quejaba de no sentir nada en la dirección, y la falta de tracción era un problema general.
En el tramo final se ha utilizado los blandos y la sesión cambió. Alonso y Sainz se han colocado arriba, Fernando firmando un 1:21.562. Pero entonces apareció Lando Norris con un magnifico tiempo, 1:20.9, que pronto se lo arrebató su compañero Piastri, posicionándose primero con un 1:20.924, solo 58 milésimas mejor que Norris, quedándose con el mejor tiempo del día.
Ferrari siguió muy lejos incluso con el blando, con Leclerc octavo y Hamilton sin ritmo en la 12ª posición, mientras que Verstappen también se quejaba del rebote del coche al soltar gas, terminando sexto.

Catar va a exigir cabeza fría, precisión y capacidad de adaptación. Entre quejas por el coche, cambios constantes en la cima y un ritmo engañoso según los resultados, todo apunta a un fin de semana donde nada estará decidido hasta el último momento.