Hoy me gustaría hablaros de un sistema, que se dio a conocer en la competición a principio de los 90, en pleno boom de las gestiones electrónicas, los sensores y demás electro-optimizaciones.

Hoy trataré de explicaros como funciona y para que se emplea el «Launch Control».

Cuando, un piloto, necesitar salir rápido, lo normal es que acelere a tope, y cuando se encienda la luz verde o el cronómetro llegue a cero, suelte el pedal del embrague y salga disparado en una nube de humo tras quemar los neumáticos.Pues bien, esto resulta espectacular, pero increíblemente ineficaz.
Esto es debido a que, la función principal de un neumático es transmitir el par al asfalto, y si un neumático esta patinando, todo ese par se está evaporando con el humo grisáceo que están emitiendo debido al sobre esfuerzo. Es por eso, que aunque pueda sonar ilógico, la mejor manera de realizar una salida es, no patinando, y mucho menos acelerar hasta el tope de revoluciones del motor.
Pues bien, como entenderéis, para un piloto, y ya no digo para un conductor amateur, como de difícil sería conocer el límite de revoluciones exacto en el motor para realizar una salida aprovechando cada Nm disponible sin que se sobrepase el grip de los neumáticos.
Pues bien, gracias a los avances en la electrónica, esto es posible desde hace ya unas décadas.
Si os ponéis a indagar por Youtube, y veis algunos recopilatorios de aquellos maravillosos Grupo A de los noventa, y encontráis algún vídeo sin un fondo musical, podréis ver que en las salida, los coches se quedan a un régimen fijo, que no es el máximo disponible, y una vez salen, apenas patinan, consiguiendo así una salida increíblemente rápida.

Bien, no he tenido la suerte de trabajar en ningún departamento de MotorSport de algunas de las marcas que han participado en el WRC, pero cuentan las leyendas, que el piloto, no tenía más que pisar a fondo el acelerador y ya la electrónica del coche se encargaba de quedarse fija en el régimen de RPM que considerase óptimo, para no patinar.
Y diréis, pero y si pisa a fondo, y se queda en 4.000 RPM como es que después de salir ya puede exprimir los cambios hasta 6.500 Rpm. Es la magia de los sensores y las programaciones de ECU. Si bien, en la mayoría de los casos, con una serie de acciones el coche detecta que nos encontramos en la salida de un tramo. Y os preguntaréis, por GPS, Naah!! básicamente, digamos que la ECU detecta que el coche, se encuentra parado, a 0 Km/h, los pilotos suelen tener el freno de mano activado, para que no se mueva de la línea de salida, y en los WRC modernos, han tenido que pisar el embrague para meter la primera marcha, solo necesario esta vez pues bien, la fórmula sería esta. Coche parado+engranar la primera marcha y freno de mano activado+acelerar a fondo = Launch control.
Pues bien, este sistema como digo, se emplea sobre todo en el mundo de los rallies, donde debido a la tipología de la superficie en las que se corre, esta ayuda era fundamental para ganar esas décimas en la salida que pueden decidir un rally.

Aquí Carlos Sainz explicándolo mejor que yo. Min: 4:20

Pues poco a poco, y debido al boom de los TrackDays, hay muchas marcas que en sus GTs, o deportivos han implementado este sistema en sus modelos más radicales. Aunque afortunadamente con el desarrollo tecnológico de las marcas, ya lo podemos encontrar en compactos deportivos, como el Clio RS.
Esto, no no engañemos, a nivel de usuario, el mayor partido que le podemos sacar es el del «vacilón» del petardeo del sistema cortando la inyección y las arrancadas bestiales en algún semáforo. Solo si realmente vives de rascar cada décima, es un herramienta realmente efectiva, como digo a nivel usuario de track days, solo lo usaréis al salir del pit, o si marcáis una vuelta desde parado.

Pero ojo, como todo en esta vida, abusar, es malo. Y en este caso, el peor parado de todo esto es, nuestro querido amigo, el embrague. Y es que, pensaréis, pero a ver si salgo derrapando, el embrague también sufre, pero básicamente por el golpe inmediato de potencia, aunque no esta absorbiendo todo el par máximo que ofrece el motor, ya que, como sabéis la curva de par, en el corte de inyección, o casi cerca del el, es menor que en el rango óptimo de revoluciones.
Pero a parte de esta razón, parte del Launch Control, también necesita controlar el embrague para que absorba el par máximo del motor, durante unos segundos y sin patinar, por lo que durante estas salidas eficientes, el embrague es sin duda la parte del coche que más sufre, y es por eso, por lo que abusar de este juguete, limita, por mucho la vida útil de nuestro embrague.