La nueva temporada de Formula 1 está al caer y Red Bull lo sabe. El equipo que capitanean Max Verstappen y Sergio Pérez llega a la primer cita del año con un sólo objetivo, defender el título de pilotos logrado con el neerlandés y así plasmar una nueva hegemonía tal cual lo hicieran en los inicios de la década anterior. 

La pasada temporada fue un volver a nacer para Red Bull. La marca de las bebidas energéticas volvió a pelear un campeonato luego de largos ochos años donde estuvieron lejos de ser aquel equipo que lo ganaba todo entre 2010 y 2013.

La pelea de Red Bull por volver a la gloria fue dura, en el medio les tocó batallar contra el poderío de Mercedes que dominaba la F1 con mano de hierro. Sin embargo, el ingenio de Adrian Newey le dio a Max Verstappen un coche capaz de hacer frente a los germanos,  logrando quebrar la hegemonía plateada en la definición de Abu Dabi y llevando el Campeonato de Pilotos de vuelta Milton Keynes.

A pesar de que los tiempos de vuelta marcados en los test no siempre muestran la realidad, en Red Bull afirman haber realizado tanto en Barcelona como en Baréin buenas jornadas. Los toros rojos llegan a la primera cita con la esperanza de seguir siendo competitivos pero también con la incógnita de saber donde van a estar respecto a sus rivales directos.

En los papeles, Mercedes es el gran oponente a batir por el aplastante dominio que tuvo durante los últimos años y porque han demostrado que incluso en situaciones de vulnerabilidad siempre guardan un as en la manga. Aun así, hay otros equipos de los cuales Red Bull mira con recelo porque con este nuevo cambio reglamentario todos comienzan de cero y abre la posibilidad de acercar a aquellos estaban lejos de los primeros planos. Tal caso es el de Ferrari, que por historia y por el gran trabajo de reestructuración que llevaron en el último tiempo, se perfila como otro gran candidato.

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Por su parte, Max Verstappen encara la primera cita del año con la esperanza de tener un buen fin de semana sin problemas para comenzar el campeonato con el pie derecho y remarca que las jornadas de test que realizaron fueron positivas para el equipo. 

«Aprendimos mucho en las pruebas en Barcelona y Baréin, estoy muy emocionado de centrar nuestra atención en las carreras ahora, es una era completamente nueva para el deporte y cualquier cosa puede pasar. El objetivo es emparejar la parrilla y hacerlos más fácil de seguir [los coches], espero que lo veamos en la primera carrera. Todo es tan nuevo que hay muchas incógnitas de cara a la primera carrera de la temporada. Tengo muchas ganas de ver dónde estamos en comparación con el resto de la parrilla yendo a la clasificación el sábado. El auto se ve bien y como equipo estamos en un buen lugar. Lo más importante para nosotros en Baréin es tener un fin de semana estable sin demasiados problemas y esperamos sumar una buena cantidad de puntos».

Sergio Pérez, quién encara su segunda temporada en Red Bull con la misión de mostrar una mejor versión de sí mismo, señaló que se siente más compenetrado con la filosofía del equipo y listo para encarar el 2022 de la mejor manera posible. Checo está obligado a dejar atrás sus momentos dubitativos de la pasada temporada donde en ocasiones su labor como escudero de Verstappen fue discreta.

«Espero con ansias la nueva temporada, automáticamente te sientes más tranquilo al entrar en tu segundo año con un equipo. Me siento más preparado porque ahora sé exactamente cómo funciona el equipo y la filosofía de Oracle Red Bull Racing, por lo que eso marca la diferencia. Todos los equipos están en la misma posición al comienzo de la temporada, en el sentido de que no conocemos mucho el automóvil debido a la modificación de las regulaciones, pero tuvimos una muy buena prueba, tanto en Baréin como en Barcelona. Será interesante ver dónde todos vienen el domingo cuando baja la bandera y creo que será una buena carrera. Estoy muy emocionado por 2022 y sé que lo importante es que soy constante durante todo el año, estoy listo para la pelea».